domingo, 25 de febrero de 2007

Decadencia

"Muy buenas noches, ciudad inmortal.
Bienvenidos a la gira de la conciencia; bienvenidos a la Avalancha".


  • La decadencia está prohibida y te estruja fuerte del cuello.
  • Se hace insoportable su presencia. Y es que esa será mi muerte, entre flores, gusanos y falsos lamentos hipócritas.
  • Se apoya en tu puño y es compañero de cada uno de tus segundos, picoteando en los ojos del incrédulo.
  • Y hambriento de débiles como tú y como yo.
  • Y es que siempre es igual, siempre es igual, siempre es igual.
  • Día a día vas perdiendo altura, por momentos.

Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy

Friday Night (4ª parte)

Se quedaron sorprendidos, mirándose a los ojos sin saber qué decir o sin querer decir nada. Volvieron a caminar, ya casi habían llegado a la casa de ella.

Al fondo de la calle, ella vio a su madre esperándola, parecía preocupada.

- Bueno, pues ya hemos llegado. Me voy. Mi madre me espera, y se dio la vuelta para comenzar a caminar.
- Oye, gracias, dijo él.
- ¿Gracias?, ¿Me ayudas, me salvas la vida (dos veces) y me das las gracias?
- Tú también me has ayudado, mucho.

- Ni siquiera sé tu nombre.
- Ana María, respondió ella.
- ¿Te llamo Ana o María?
- Como quieras, respondo a ambos.
- ¿Entonces nos volveremos a ver? preguntó él.
- Por qué no, respondió ella despreocupada.
- Hasta luego, y se alejó despacio hacia su madre que la esperaba impaciente.

jueves, 22 de febrero de 2007

Birthday

Y se despertó con la misma sensación de soñolencia de todos los viernes. Sabía que era tarde pero no quería mirar la hora ya que no tenía ninguna prisa. Su madre le cantaba para que el despertar de su vigésimo cumpleaños fuera lo más suave y cariñoso posible. Pero él sólo deseaba quedarse en su cama imaginando historias durante un buen rato.

Había pasado la parte que más le gustaba de la semana, esto es, la tarde-noche del jueves.

El jueves llegó a la hora de siempre a comer y parecía que la sensación de morriña iba disminuyendo. Hacía casi una semana que había vuelto de su London journey y seguía sintiéndose especialmente extraño aunque sabía que esa sensación no se debía al viaje en sí, sino a lo que había sentido durante la estancia: amor, impotencia, alegría, soledad, amistad, olvido, disfrute, en definitiva, una mezcla explosiva en un país extraño y la "obligación" de hablar de vez en cuando en inglés.

Nada más levantarse ya conocía todo lo que iba a suceder ese día. Su arrogancia y prepotencia le hacían creer que era un chico listo y que quizás su excesiva inteligencia e imaginación le convertían en un loco.
Se levantó, como casi todos los días, con apetito para tomar un buen desayuno aunque antes de bajar a la cocina se quedó aguantando hasta el último instante en la cama. El caso es que después de desayunar y volver a acurrucarse entre sus sábanas, puso música e hizo que estudiaba. Ya eran más de las 12:30.

Entonces creyó que podría ser artista y pensó por un momento que podría vivir bohemio pintando cuadros o escribiendo libros. Intentó dibujar algo en un papel pero comprobó que seguía siendo un inútil, tan inútil como la noche anterior.

miércoles, 14 de febrero de 2007

The Mistery of Life (P.S.)

You are a great person. The best person I've met.
When I'm with you, I'm so happy.
I have not fear when I'm with you. But I'm afraid of changes.

- Your smile give me a little of breath.
- You think I am a great person but it is cause you don't know me enough.
- I don't think so. I want to know you. I love to spend my time with you.
- I'm happy with you too.
- I love your personality.
- I have many problems to comunicate others socially, but not with you, honey.

martes, 13 de febrero de 2007

Friday Night (3ª parte)

Friday Night (3ª parte)

Ella tenía 17 años, cumpliría 18 en pocos meses. Estudiaba en el instituto al que él fue hace unos años. Hacía 1º de Bachillerato ya que había repetido el curso pasado. Se había mudado allí hace poco buscando un pueblo más tranquilo, con sus padres.
Decía no tener amigos...

Él la miraba y le parecía un ángel, con sus ojos brillantes verdes y su pelo rojizo. Cada vez que sonreía le parecía lo más maravilloso.
No volvieron a mencionar su intención de quitarse la vida. Estaban a gusto.

Al ver la hora que era decidieron marcharse.
- Te acompaño a tu casa.
- Vivo aquí al lado, mejor vamos por ahí para tardar más, respondió ella.

Y caminaron dando un rodeo.

La vio tiritar y le ofreció su cazadora.
- No, da igual, dijo ella.
Él insistió, advirtiéndola:
- Ten cuidado que pesa.
Entonces ella preguntó:
- ¿No temes que ahora salga corriendo y te quedes sin tu chupa?
- Te alcanzaría, respondió él tranquilamente.
- Sí ya, y luego qué harías.
- Pues quitártela.
- A ver listillo, si me quedo así, ¿cómo me la quitarías?
- Pues así, y empezó a hacerla cosquillas.

En ese momento pasó un coche a una velocidad endiablada y ellos, jugando, no se dieron cuenta. Ella estaba en mitad de la carretera paralizada. Él se lanzó y llegó a tiempo para agarrarla y apartarla de allí.

El cielo se iluminó con su sonrisa

"Quién me iba a decir
que mi vida cambiaría
que esa noche haría
merecer la pena vivir"

"Sólo con su sonrisa
y su grato recuerdo
a un lugar de ensueño
me trasportaban deprisa"

Redondilla

Trébol (Fábrica de Sueños II)

Aprender es sencillo, lo que es complejo es hacer bien aquello que has aprendido.
La perfección es un cuadro que cambia dependiendo del punto de vista del observador.
La música apropiada en el momento adecuado te hace volar para soltarte de pronto y atravesar así todo lo mundano.
Hay personas que se empeñan en tropezar siempre en la misma piedra, aunque la quitemos de en medio.
Me pregunto si todas las personas percibimos lo mismo por los sentidos, y sobre todo por la vista.
Las costumbres son adicciones más fuertes que la droga.
Debes seguir las reglas del juego (de la vida), esas no escritas pero que todos conocen.
¿Será realidad o ficción?

No me importa esperar mientras tenga algún lugar donde apoyarme, aunque a veces la espera es demasiado larga y te quedas el último, por lo que tienes que desistir y marchar a otro lugar.
Su voz es peculiar, todas lo son.
Cada enfermedad que pasas te hace más fuerte. El que nunca enferma acabará arrastrándose.
Siempre espero a que pase algo que nunca pasa, quizá todavía no sea el turno de la acción, o quizá tenga yo que ser el que empuje a la acción para que salga a escena ya que ella es algo retraída y le cuesta mucho alcanzar el papel principal.
Pero sigo estando aquí, demasiado cómodo para moverme... me lo pensaré y ... sé que nunca llegaré a ninguna conclusión; por ello esperaré a que sean los demás los que decidan cuál será el siguiente acto.

miércoles, 7 de febrero de 2007

OTH

"Ningún hombre, por un considerable periodo de tiempo,

puede llevar un rostro para él mismo y otro para los demás

sin que se enfrente al verdadero".

Nathaniel Hawthorne,


Friday Night (2ª parte)

Friday Night (2ª parte)

En seguida se percató de que era una chica muy joven.
- ¿Cuántos años tienes? ¿No ves que así no solucionarás nada?
- Déjame, vale. No sabes nada de mí, respondió ella con su cálida voz.
- No, pero ahora mismo cualquier problema que tengas tiene solución. Si te matas, ya no lo tendrá. ¿Has pensado en la gente que te quiere?
- ¿Quién?
- No lo sé, tus padres, tus amigos, tu familia.
- No tengo amigos, ni nadie que me entienda. ¿Y tú qué haces aquí?, inquirió ella.

Estuvieron hablando un buen rato, intentando entenderse mutuamente.
Finalmente se sentaron. Parecía haberla convencido, o quizá su intento de suicidio no era realmente tan fuerte.

- Venga que te acompaño a casa, siempre que no uses eso conmigo claro, bromeó él sarcásticamente refiriéndose al cuchillo.
- Yo no me voy a ningún lado, respondió ella.
- Pues entonces yo tampoco. No me moveré de aquí hasta que tú te vayas.

Se miraron y por primera vez la vio sonreír.
- Bueno, parece que esto va a ir para largo, dijo él sacando su mp3.
- Eh, yo también puedo aguantar aquí con mi música y sacó el suyo.
Estuvieron un tiempo en silencio.

¿Qué escuchas?, le preguntó ella.
Así comenzó una amena y animosa conversación sobre música, parecía que tenían gustos similares y entre bromas, sonrisas y contar su vida fue pasando el tiempo.
Parecían haber conectado.

to be continued...

martes, 6 de febrero de 2007

La Cuesta del Cementerio

Subiendo la colina,
aquí está el infierno
donde yacen las almas
de gentes vivas en tu recuerdo.
Traigámosles flores
para recordadr sus amores.
Algún día en un cajón, tú subirás
y querrás el amor de los demás.

Anónimo

Fábrica de Sueños

La esperanza es lo último que se pierde.
El tiempo va desgastando las almas.
Solo me queda el color verde.
Los años parecen quitarme la felicidad.
Puede que no llegue a tiempo para saborear la comida.
El arroz ya está en el fuego y espero que no se pase.
Va a ser muy difícil encontrar a alguien que me espere, pero siempre me quedará mi mente (mi esperanza).
Mi locura se engrandece con la vanalidad de los días.
Las personas cercanas son malos actores, sabes lo que van a hacer o decir.
Sentado en mi butaca cómodamente veo la película pasar ante mis ojos, y me entretiene; sé que quizás dure demasiado.
Aún es el principio, el principio del fin.
Aún espero que dé un giro drástico y cambie como suele ocurrir en las buenas películas.
¿De qué me sirve mi mente si no la puedo dominar?
Ella me entiende y me respeta. Se que jamás encontraré a nadie como ella pero ya lo he asumido aunque... mi esperanza nunca muere.
Creo que Dios ha hecho mi esperanza más fuerte que la de los demás por algún motivo: el motivo puede ser porque es lo único que voy a tener durante toda mi vida.
Pero este arma verde de doble filo me deprime por el lado cortante mientras me anima por el suave.
Ser una persona adulta no parece muy difícil, es como todo en la vida: práctica y experiencia.
Creo que tengo demasiadas cosas que me entretienen en exceso pero quiero aún más.