Juan Mora | 03/11/2008 (diario AS)
Después de haber jugado entre sí este año cuatro finales en dos meses y medio, Nadal y Federer han dejado paso a los tenistas del segundo escalón. Ninguno de los dos estuvo en la final del Masters Series de Madrid, tampoco estuvieron ayer en la de París y vaya usted a saber si les veremos en la de Shanghai. Los dos se quejan de la dureza de la temporada ATP, especialmente Nadal, que el pasado viernes se retiró cuando jugaba su 93º partido del año. Supone un partido cada 3,3 días. Menos aún si le quitamos los 24 días enteros que ha estado de aquí para allá. Viajes algunos tremendos: España-India-Australia-España, España-Dubai-EE UU-Alemania-España, España-Canadá-EE UU-China-EE UU-España son algunos ejemplos.
Nadal paga ahora los cuatro meses tremendos que tuvo que afrontar entre el 8 de marzo y el 6 de julio. Jugó 50 partidos y ganó los torneos de Montecarlo, Barcelona, Hamburgo, Roland Garros, Queen's y Wimbledon, llegó a la final de Miami, a las semifinales de Indian Wells, a los cuartos de Dubai, jugó la Davis en Alemania y sólo en Roma se permitió caer en primera ronda, con la planta del pie destrozada, por cierto. Después de tres semanas de descanso se pegó otro palizón de mes y medio, que le llevó a ganar en Toronto y Pekín y alcanzar las semifinales en Cincinnati y Nueva York. ¡Cómo no va a reventar! Sus quejas son más que razonables. Al número uno en el tenis se le funde. Y si no juega le criticamos. Como para mandar todo a paseo.
martes, 4 de noviembre de 2008
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