martes, 31 de mayo de 2011

IT

It llegó a ese lugar que le sonaba familiar, pero cuando entró se sintió extraño. Nada era como It recordaba y las personas que allí había parecían no conocerle.
It se esforzaba por hacerlo lo mejor posible pero cuanto más lo intentaba peores resultados obtenía.
¿Acaso no lo hacía de la forma correcta?

Se encontraba totalmente perdido. ¿Quizá It no pertenecía a ese lugar?
¡Era un extraño, un extraterrestre!

Un dualismo recorría su agazapada mente, sus pensamientos: por un lado quería huir de allí, ser libre; y por otro, no se atrevía a ejecutar ningún movimiento por miedo a equivocarse.

Tenía ganas de llorar y encerrarse en su propia soledad.
Pensó que quizá podría volver a su planeta, de donde procedía.

Se encontraba débil y su antigua alegría, en muchos casos contagiosa, iba desapareciendo poco a poco. Ese lugar le estaba haciendo daño y la gente que allí habitaba le daba pocas oportunidades para volver a ser feliz.

Pero de pronto cerró sus ojos y se estremeció al ver aquella luz. Era ese Espíritu del que había oído hablar.
Entonces It se dio cuenta de que tenía una misión allí. Recobró las fuerzas y supo que en ese mundo habría momentos buenos y también momentos malos.

El Espíritu le hizo saber que no era malo estar a veces triste, perdido y frustrado. E incluso podía llorar por ello.
Sólo tenía que permitir sacar a paseo una sonrisa alguna vez cuando las cosas no salieran como It quería.

¡No pretenderás que te salga todo perfecto!, pensó It.

Este mundo al que has llegado es una gran aventura que vas a vivir. Así que disfrútalo cuanto puedas.
Pero ten presente que te encontrarás situaciones en contra y gentes diferentes. Cuando eso ocurra recuerda al Espíritu, Él te guiará y te guardará.

Y al día siguiente, después de estar con Él, It se sintió reconfortado. No sabía como pero se sentía mucho mejor.

¡LA AVENTURA HA COMENZADO!

1 comentario:

Anónimo dijo...

IT .. es ùnico ;)