martes, 6 de febrero de 2007

Fábrica de Sueños

La esperanza es lo último que se pierde.
El tiempo va desgastando las almas.
Solo me queda el color verde.
Los años parecen quitarme la felicidad.
Puede que no llegue a tiempo para saborear la comida.
El arroz ya está en el fuego y espero que no se pase.
Va a ser muy difícil encontrar a alguien que me espere, pero siempre me quedará mi mente (mi esperanza).
Mi locura se engrandece con la vanalidad de los días.
Las personas cercanas son malos actores, sabes lo que van a hacer o decir.
Sentado en mi butaca cómodamente veo la película pasar ante mis ojos, y me entretiene; sé que quizás dure demasiado.
Aún es el principio, el principio del fin.
Aún espero que dé un giro drástico y cambie como suele ocurrir en las buenas películas.
¿De qué me sirve mi mente si no la puedo dominar?
Ella me entiende y me respeta. Se que jamás encontraré a nadie como ella pero ya lo he asumido aunque... mi esperanza nunca muere.
Creo que Dios ha hecho mi esperanza más fuerte que la de los demás por algún motivo: el motivo puede ser porque es lo único que voy a tener durante toda mi vida.
Pero este arma verde de doble filo me deprime por el lado cortante mientras me anima por el suave.
Ser una persona adulta no parece muy difícil, es como todo en la vida: práctica y experiencia.
Creo que tengo demasiadas cosas que me entretienen en exceso pero quiero aún más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, he recorrido tu pagina, bien por ti, esta padre, ahora entiendo por que estas con Claudia, los dos son unos locos soñadores, viven de fanstasias y sueños, pero aterrisen en la realidad, tambien la vida real es buena, jajajaja , saludos, Adios.

Sofia.

RockAlberto dijo...

Muchas gracias por dejar tu comentario en mi blog. Poca gente últimamente lo hace :(

Pues tiens razón, soy un soñador... que se le va a hacer, jejej

besos y gracias,